Torre Etxaburu |
Para llegar a Izurza, en la comarca del
Duranguesado, debemos tomar la carretera BI-623 que va desde Durango a Gazteiz a través del puerto de Urkiola.
Aquí vamos a poder observar uno de los más bellos ejemplos de arquitectura rural
vizcaína, admirando hermosos caseríos
de distintos periodos arquitectónicos.
A la salida del municipio encontramos el barrio de Aldebarrena, frente a unos pabellones industriales.
La entrada al barrio de Aldebarrena está presidida por dos bellos caseríos. El de la izquierda, recientemente restaurado, es el más antiguo de los dos (siglo XVI-XVII). Sobre su portalón adintelado se alza la parte central de la fachada que muestra un entramado de madera forrado con ladrillo. El caserío de la derecha presenta un portalón con un arco sencillo que sustenta una fachada de mampostería. Poco a poco nos internamos en el valle bajo las laderas del Mugarra.
A mano izquierda, encontramos el caserío Hormaetxe, bella construcción del siglo XVIII con todas sus paredes maestras construidas en mampostería. Un ancho arco rebajado sustenta la inmensa fachada central.
Enseguida divisamos otro caserío, Etxaburu. Desde este lugar se observa una fabulosa vista del valle, presidido por la peña Mugarra sobre la que suelen planear algunos buitres.
Además podemos acercarnos a una de las torres más bellas de nuestra geografía: la torre de Etxaburu, que se eleva solitaria y desafiante sobre un promontorio rocoso. Su aspecto actual corresponde a una remodelación de la Diputación Foral de Bizkaia. Está asentada en un pequeño valle por el que discurre un regato que desemboca en el río Mañaria, alejada un kilómetro de la actual carretera que sube hasta Urkiola. Se trata de una torre que intentaría conjuntar su función de atalaya, de edificio controlador y defensivo del territorio.
Los orígenes de la torre de Etxaburu están envueltos en numerosas leyendas. En una de ellas se dice que en época del emperador romano Antonino Pío un jabalí, que tenía su madriguera en las rocas de Etxaburu, asolaba la comarca. El caballero Lope de Ondino se atrevió a enfrentarse a la bestia, armado únicamente con una lanza y ayudado por su lebrel. Tras acabar con el jabalí, construyó la primitiva torre de Etxaburu sobre la guarida del animal, hecho que quedaría recogido en el escudo de su linaje e incluso en el del mismo municipio de Izurtza.
Los orígenes de la torre de Etxaburu están envueltos en numerosas leyendas. En una de ellas se dice que en época del emperador romano Antonino Pío un jabalí, que tenía su madriguera en las rocas de Etxaburu, asolaba la comarca. El caballero Lope de Ondino se atrevió a enfrentarse a la bestia, armado únicamente con una lanza y ayudado por su lebrel. Tras acabar con el jabalí, construyó la primitiva torre de Etxaburu sobre la guarida del animal, hecho que quedaría recogido en el escudo de su linaje e incluso en el del mismo municipio de Izurtza.
Dentro del núcleo principal del municipio, en el Barrio Elizalde, podemos encontrar la Iglesia de San Nicolás que es un templo de una sola nave con coro de madera, decorado con abundantes tallas, a los pies. A la cabecera se alza una curiosa torre interiormente sustentada a base de un rígido entramado de madera. Conserva algunos restos góticos y renacentistas entre los que destaca el acceso.
El Palacio Arana es del siglo XIX y se construyó sobre los restos de otro palacio, promovido por Juan Ramón de Arana.
Es un edificio de tipo francés, grande, de dos plantas más un ático abuhardillado que está claramente diferenciado por una cornisa.
Palacio Arana |
Iglesia de San Nicolás |
Un lugar con paisajes preciosos y sus construcciones espectaculares.
ResponderEliminarSaludos.
Es verdad, esta arquitectura típica que encontramos en Izurtza y sus alrededores es muy llamativa, pero además el paisaje natural es increíble.
EliminarGracias por la visita Tomás. Un saludo.