
Dentro de la comarca vizcaína del Duranguesado nos detenemos para visitar Elorrio, un municipio con múltiples rincones para descubrir y con un patrimonio histórico muy valioso.
Lo rodea un verde valle, entre los montes Oiz e Intxorta y las cumbres calizas de Anboto y Udalaitz, y lo atraviesa el río Zumelegi, que desciende por su centro.
Este municipio llama especialmente la atención por tener un patrimonio medieval único en toda Bizkaia. Su casco histórico fue declarado Conjunto Monumental 1964.
Es un placer pasear por sus calles, repletas de palacios y casas solariegas de piedra y sillería labrada de los siglos XVII y XVIII.
En el centro del casco viejo, en la plaza Gernikako Arbola, se encuentran el Ayuntamiento y la basílica de la Purísima Concepción. Muy cerca, junto al palacio Arezpakotxaga, se alza la puerta de Don Tello, la única que queda en pie de las seis que tenía la antigua muralla que rodeada la villa.
El palacio barroco del Marqués de Tola, el Monasterio de Santa Ana y la iglesia de San Agustín son otros monumentos que merecen ser visitados.