Este fin de semana, gracias a la celebración de las
Jornadas Europeas de Patrimonio y organizado por Arkeologi Museoa y la Ferrería del Pobal, hemos
tenido ocasión de visitar el castillo de Muñatones en Muskiz y de ver el mismo
día algunos materiales del procedentes de los yacimientos excavados en esta
instalación que están en el depósito del Arkeologi Museoa de Bilbao. Ha sido una actividad muy completa, acompañada de
unas estupendas explicaciones y de una amplia documentación.
Hemos podido ver también en el mismo recinto
donde se ubica el castillo, dentro de las instalaciones de Petronor, el Palacio
de Salazar que ahora mismo es sede de las oficinas centrales de esta empresa. En sus fachadas
están esculpidos los escudos de
Muñatones y Salazar.
El Castillo de Muñatones está muy ligado a la
familia Salazar que se asentaron en Muskiz poco antes de mediados del siglo XIV
y unieron su casa con la de los Muñatones. Su
primogénito fue el famoso cronista Lope García de Salazar, autor de "Las bienandanzas e fortunas". En aquella época, el actual castillo era una simple
torre, incluso menor que algunas del entorno.
La gran transformación que le dio aspecto de
castillo, fue entre los años 1439 y 1446 cuando Lope García de Salazar tuvo que
hacer frente a la amenaza del castillo que la casa de Aiala había construido en
Lutxana, y las guerras que en aquellos años mantuvo contra la coalición formada
por los Aiala y los Velasco junto a otros aliados de la Encartación. La
amenaza se concretó mucho más cuando la casa de Velasco, enemiga de la de
Salazar, se hizo con la posesión del castillo de Lutxana en el año 1448.
Las obras resistieron sucesivos cercos, a los que las casas de Velasco y de Aiala sometieron al castillo. La remodelación de la antigua torre la dotó de un
mayor grosor de muros para que soportaran cuatro pisos en lugar
de los dos existentes. Se le dotó de una azotea y en las esquinas se colocaron cuatro cubos o
pequeños castillejos. En el interior las diversas plantas se comunicaban con
una escalera de caracol de madera. La torre se rodeó de dos cercas, la
primera con un solo acceso y en torno a esta se instaló otra cerca, exterior, mucho más sencilla,
reforzada por un foso seco.
La siguiente obra se realizó al
morir Lope García de Salazar por su hijo Juan, apodado el Moro. Consistió en
reforzar la muralla exterior, dotándola de mayor envergadura y con torreones
circulares en los costados y otros dos cuadrangulares en la parte anterior y
posterior. La fortaleza debía estar preparada para soportar nuevamente los
ataques del condestable de Castilla y de las tropas reales que la asediaron,
cuando Juan el Moro se sublevó contra los Reyes Católicos con el apoyo del
conde de Treviño.
La muerte de Juan el Moro coincidió con los últimos
tiempos de banderías en Bizkaia y, también, con el comienzo del fin para el
castillo de Muñatones. A comienzos del XVII, la casa de Otañes, que heredó el
castillo por vía materna, fue desposeída del mayorazgo y castillo de Muñatones.
Pasó luego a poder de los Salazar de San Martín, quienes mantuvieron su
residencia principal en Las Carreras, despreciando el castillo. Al quedar
deshabitado, comenzó un deterioro imparable.
En
1949 el castillo de Muñatones fue adquirido por la Diputación de Bizkaia,
deteniendo su deterioro e iniciando su recuperación.
Fotografías del Palacio de Salazar
Fuente: Bizkaiko Foru Aldundia
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